Cachitos de Jamón: Un Sublime Manjar Tradicional Venezolano

Receta de Cachitos de Jamón

Esta receta de cachitos venezolanos de jamón es una especie de pan con un sutil toque de dulzura, que se rellena generosamente con trozos de jamón. Su preparación es bastante sencilla y accesible; sin embargo, el detalle que lo distingue del pan común es su particular forma de armar, la que le da ese aspecto característico y atractivo.

El secreto para que los Cachitos de Jamón queden deliciosos es estirar la masa, para asegurar que la capa de pan no resulte demasiado gruesa después de hornear. De este modo, podrás percibir en cada bocado la perfecta mezcla entre la masa crujiente y el jamón jugoso.

En esta receta, opté por incorporar un poco de queso a la receta con el fin de darle un toque extra de cremosidad y sabor. Pero si lo prefieres, puedes omitir este ingrediente sin ningún problema. De Igual forma, el sabor y textura de los Cachitos de Jamón seguirá siendo delicioso.

Aunque todavía no tengo del todo claro a qué parte atribuirle más su encanto; si a la fina, dulce y crujiente capa exterior de pan o al exquisito y abundante relleno en su interior.

¡Te invito a que te animes a preparar esta receta y que juntos podamos explorar las razones por las cuales resulta tan encantadora y especial!

Los cachitos son una parte esencial de la cultura culinaria venezolana. Se cree que tienen influencias europeas, específicamente de los croissants franceses, pero con un toque local que los hace únicos. Este pan relleno es muy popular en las panaderías y cafeterías de Venezuela, y suele consumirse como un desayuno rápido o una merienda.

La palabra «cachito» en Venezuela no solo se refiere a esta deliciosa preparación, sino que también es una expresión cariñosa para referirse a algo pequeño o querido. Esta conexión cultural resalta la importancia y el cariño que los venezolanos tienen por este plato.

Para la masa:

500 gramos de harina de trigo

250 ml de leche tibia

75 gramos de azúcar

75 gramos de mantequilla a temperatura ambiente

2 huevos grandes

1 sobre de levadura seca (7 gramos)

1/2 cucharadita de sal

Para el relleno:

300 gramos de jamón (puedes usar el de tu preferencia)

100 gramos de queso (opcional, para un relleno más cremoso)

Para el glaseado:

Huevo batido (para pintar los cachitos antes de hornearlos)

Para preparar los cachitos venezolanos rellenos de jamón, necesitarás los siguientes utensilios de cocina:

Tazas y cucharas medidoras: Útil para medir con precisión los ingredientes de la receta.

Tazones para mezclar: Necesitarás utilizar al menos dos tazones, uno grande para mezclar y amasar la masa, y otro pequeño para activar la levadura.

Rodillo: Indispensable para estirar la masa.

Paño húmedo: Para cubrir la masa durante los periodos de reposo.

Bandeja para hornear: Preferiblemente de 9×13 pulgadas o una similar, para colocar los cachitos.

Brocha de cocina: Para pintar los cachitos con huevo batido antes de hornearlos.

Primero se debe activar la levadura mezclando en un tazón pequeño, la leche tibia con una cucharada de azúcar y la levadura seca. Deja reposar durante 5-10 minutos hasta que la mezcla esté espumosa, lo que indica que la levadura está activa.

Mientras la levadura hace su magia, mezcla los ingredientes secos en un bol grande, tamiza la harina y añade el resto del azúcar y la sal. Mezcla bien para distribuir de manera uniforme los ingredientes.

Una vez que la levadura esté activa, es momento de mezclar los ingredientes secos con los líquidos. Realiza un hueco en el centro de los ingredientes secos y añade los huevos, la mantequilla y la mezcla de levadura. Mezcla todo hasta que se forme una masa.

En una superficie plana y ligeramente enharinada coloca la masa para amasar durante unos 10 minutos, hasta que esté suave y elástica. Si tienes una batidora de pie con gancho para masa, puedes usarla para amasar durante 5-7 minutos.

Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y deja que repose en un lugar cálido durante 1-2 horas.

Mientras la masa está reposando, corta el jamón en tiras o en trozos pequeños, según tu preferencia. Si decides usar queso, corta el queso en tiras finas.

Una vez que la masa haya doblado su volumen, colócala de nuevo sobre la superficie plana y enharinada para dividir en porciones iguales.

Forma cada porción en una bola suave. Luego, con un rodillo, estira cada bola y forma un triángulo. Si deseas puedes cortar para darle mejor forma de triángulo.

Agrega un poco del relleno picado (y queso, si estás usando) en la parte más ancha del triángulo.

Enrolla la masa empezando desde la parte más ancha hacia el otro extremo, formando un cilindro. Asegúrate de sellar bien los bordes para que el relleno no se salga durante el horneado.

Coloca los cachitos rellenos en una bandeja para hornear engrasada o forrada con papel pergamino, dejando un poco de espacio entre cada uno para que puedan expandirse.

Cubre la bandeja con un paño húmedo y deja que los cachitos de jamón reposen en un lugar cálido durante unos 30-45 minutos, o hasta que hayan aumentado de tamaño.

Con ayuda de una brocha de cocina esparce suavemente cada cachito con el huevo batido. Esto les dará un hermoso brillo dorado al hornearse.

Hornea durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados en la parte superior. Vigílalos de cerca para evitar que se quemen.

Una vez horneados, retira los cachitos del horno y déjalos enfriar en una rejilla.

Sirve los cachitos de jamón tibios y acompáñalos de un café con leche o con la bebida de tu preferencia.

Nota: La receta anterior rinde aproximadamente 12-15 porciones, dependiendo del tamaño que prefieras para cada uno.

Puedes preparar la masa la noche anterior y dejarla reposar en el refrigerador. A la mañana siguiente, deja que la masa alcance la temperatura ambiente antes de formar los cachitos y hornearlos.

Aunque el relleno tradicional es de jamón, puedes intentar agregar otros ingredientes como pavo, pollo desmenuzado, vegetales salteados o incluso una combinación de jamón y tocineta.

Para un toque especial, puedes espolvorear semillas de sésamo o amapola sobre los cachitos antes de hornearlos, después de pintarlos con huevo.


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